Entre 1946 y 1956, los Estados Unidos realizaron 23 pruebas nucleares en el atolón Micronesio de Bikini. Estas pruebas contaminaron con radiación el ecosistema de las islas durante décadas.
Tanto fue así, que sus más de 200 habitantes fueron evacuados e indemnizados, aunque no hasta años después, con más de 100 millones de dólares.
Las tres esfinges de Bikini (1947) de Salvador Dalí está inspirado en estas pruebas nucleares. En principio y en último término aparecen dos cabezas humanas y en medio un árbol que simulan las nubes en forma de hongo de estas explosiones.
Muchos afirman que la cabeza en primer plano simboliza la humanidad, el árbol de en medio la naturaleza, y la última cabeza, la que tal vez más se parece a un hongo nuclear, la destrucción. Todas, sin embargo, están entrelazadas en una suerte de sucesión, más que temporal, surrealista. Sea como fuere, se trata de una obra que en los tiempos que vivimos, espero no sea premonitoria.
A modo de colofón, os dejo un par de vídeos pertenecientes a una serie de documentos recientemente desclasificados por el Gobierno de los Estados Unidos, y en los que se puede apreciar, esta vez con la más cruda realidad, sin el velo surrealista, algunas de las pruebas con explosiones nucleares que se realizaron en aquella época:
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