Fue en el siglo XVII cuando el ser humano salió de esa oscuridad de 1000 años llamada Edad Media (aunque, en honor a la verdad, también en aquella época tenebrosa hubieron luminosos destellos). Paulatinamente dejamos de confiar exclusivamente en la religión y las supersticiones para explicar la naturaleza que nos rodea. En su lugar, nos apoyamos en una nueva fuerza sobre la que cimentar nuestra ansia, nuestros deseos y nuestros logros: el intelecto. Fruto de esta nueva filosofía, surgiría el Barroco y la Revolución de la Ciencia. Así, en pocos años fue en este periodo cuando se inventó el microscopio, cuando se perfeccionó el telescopio y vieron la luz las máquinas de calculo y las leyes de Newton. Sin embargo, resultaba imposible desprenderse súbitamente de toda esa tradición de supersticiones, leyendas y temor a Dios, siendo el también el siglo XVII un período de transición, donde muchos eruditos intentaron conciliar las creencias antiguas con los nuevos descubrimientos.
Uno de los mejores ejemplos de esta dicotomía entre ciencia y fantasía, es la obra Physica Curiosa, del cirujano germánico Gaspar Schott (1608 – 1666). Se trata de una enciclopedia mágica, mecánica y natural, formada por 12 volúmenes donde se entre-mezcla el mundo natural y el mundo fantástico.
Los primeros 6 de estos tomos han sido digitalizados por la Librería del Legado a la Biodiversidad, del Instituto Smithsonian y en sus páginas es posible encontrar desde cuestiones quizás extrañas pero naturales, como hermanos siameses o los efectos de ciertas enfermedades, a monstruos y seres mitológicos como centauros, arpías y sátiros.
Los demonios son el origen de muchos de los monstruos del mundo.
Gaspar Schott, autor de la Enciclopedia «Physica Curiosa».
Aunque todavía no se observa el método científico en la época, se trata de un intento de catalogar y dejar constancia de ciertas enfermedades y anomalías naturales que desconcertaban a la sociedad de la época y que, hasta aquel entonces, no se habían explicado sino mediante leyendas y supersticiones.
Estas son algunas de las páginas más impresionantes de tan peculiar obra (pulsad encima de las fotos para ampliar):
Hoy en día, la enciclopedia Physica Curiosa tal vez no sea sino una exquisita y extravagante curiosidad, pero en la época iba dirigida a estudiantes, profesores, académicos y la rica y erudita nobleza que podía permitirse dicha publicación ya que, se estima que ni tan siquiera se llegaron a imprimir un millar de ejemplares.